Bueno pues si los brokers lanzan publicidad erronea para pezcar pimpollos, pues aquí yo los ataco con mercadotecnia negativa. Desmiento la falsa propaganga de hacerse rico en un par de semanas, y no solo eso, sino tambien para que las personas que tienen en lo más profundo de su cerebro que ganar en forex es de lo mas sencillo pues aquí tenemos una perfecto artículo para desmentir y que sepan que para cualquier actividad se requieren ciertas horas. Aquí en los mercados se viene a llorar lágrimas de sangre y quemarse las pestañas, después la buena vida llegará solita, en cualquier actividad que se haga
Pongo este artículo en sección psicología porque pienso que este tema es una cuestión que ataca directamente a la hora de operar, que pa publicidad ataca el cerebro y lo merma, haciendote soñar con yates, carrazos, super modelos para luego destrozarte el sueño una y otra vez, para despues caer en el circulo de buscar el santo grial una y otra y otra vez. Y en segunda instancia porque pienso yo que el éxito es la mentalidad que se tiene hacia un determinado proyecto, la técnica o eégia pasa ser otro tema, la mentalidad, la energía, las ganas de querer hacer las cosas es meramente psicología. Pero bueno lo dejo a criterio de nuestro amigo mago.
Las 10.000 horas: Tu Mamá Tenía Razón, la Práctica Hace al Maestro.
En un estudio muy importante realizado en los 90’s por el psicólogo K. Anders Ericcson y dos colegas de la Academia Élite de Música de Berlín, se hicieron hallazgos que desafían la manera en que la mayoría de las personas aún piensa acerca del éxito. Se tomó una muestra aleatoria de violinistas de 20 años de edad y se dividió en 3 grupos. En el primero estaban las estrellas, aquellos con el potencial de convertirse en solistas de clase mundial. En el segundo grupo estaban los que eran simplemente buenos. Y en el tercero estaban aquellos que nunca podrían ser de clase mundial y solo querían ser profesores de música. La pregunta era sencilla: desde que empezaste a tocar el violín, ¿cuántas horas has practicado? [GLADWELL08].
Luego repitieron el experimento con pianistas, y otros músicos, obteniendo los mismos resultados una y otra vez. Todos tocaron por primera vez sus instrumentos a una edad promedio de 5 años. Sin embargo, los del tercer grupo habían practicado unas 2.000 horas en promedio durante toda su vida, los del segundo grupo habían practicado en promedio unas 8.000 horas y las estrellas habían practicado unas 10.000 horas. He aquí lo sorprendente: el estudio se hizo por años, y nunca se encontraron músicos “naturales”, que hubieran llegado a ser estrellas con menos de 10.000 horas de práctica. Tampoco nunca se encontraron “torpes”, o personas que hubieran practicado más de 10.000 horas y no fueran estrellas. El estudio concluyó que una vez se descubre que alguien tiene la aptitud o la vocación para realizar una labor específica, lo único que distingue a los exitosos de los mediocres es la cantidad de horas de práctica [GLADWELL08].
El experimento fue replicado por psicólogos de las universidades más prestigiosas del mundo en diversos campos del conocimiento, pasando por compositores, jugadores de baloncesto, ajedrecistas, programadores de computadores, escritores y hasta criminales. Jamás se han encontrado personas que hayan llegado a ser estrellas mundiales con menos de 10.000 horas de práctica, ni personas que hayan practicado más de 10.000 horas y no fueran estrellas. La cantidad de horas se cuenta desde que la persona nació y el trabajo debe ser “signifiivo”; es decir, debe cumplir con las siguientes condiciones: 1) Autonomía –que la persona pueda hacer lo que quiera, 2) Complejidad –que haya muchas formas de alcanzar los resultados, y 3) Una relación muy clara entre esfuerzo y recompensa. Estas condiciones se aplican en muy pocos empleos, pero sí aplican en todos los emprendimientos. Los que transforman el mundo simplemente trabajan mucho, mucho más duro. Eso es todo [GLADWELL08].
La cúpula de Facebook. De izquierda a derecha: Chamath Palihapitya, Vicepresidente de Crecimiento, Móvil e Internacional; Zuckerberg; Mike Schroepfer, Vicepresidente de Ingeniería; Jonathan Heiliger, Vicepresidente de Operaciones Técnicas; Chris Cox, Vicepresidente de Producto.
He aquí la cuestión: ¿Puede el lector dimensionar cuántas son 10.000 horas de práctica? Equivale aproximadamente a practicar un trabajo signifiivo por 4 horas diarias, durante 10 años. Muy pero muy pocas personas logran hacer eso. Aquí entra “El Efecto Mateo ”, ya que solo las personas que tienen la oportunidad y las condiciones para hacerlo son quienes lo logran. No puedes, por ejemplo, tener un trabajo de medio tiempo y fundar Microsoft. Nunca sucedió así con las empresas más poderosas [GLADWELL09]. Así que tu familia debe ser suficientemente pudiente y comprensiva para dejarte jugar por un buen tiempo hasta que tú acumules la cantidad de horas necesarias para obtener una idea de negocio que transforme el mundo. Pero principalmente, a ti te tiene que gustar tanto, pero tanto lo que haces, que estés dispuesto a sacrificar, por ejemplo, toda tu adolescencia y tu juventud al frente de un computador mientras tus amigos salen con chicas a rumba, como fue el caso de Bill Gates y Mark Zuckerberg [GLADWELL2008].
Los grandes empresarios conocen el valor de las horas de práctica. Después de tu contexto, experiencias vividas y legados culturales, la cantidad de horas que uno ha dedicado a elaborar una idea de negocio es posiblemente el factor más importante para determinar quiénes tendrán éxito y quiénes no. Se reitera que no es por el coeficiente intelectual, ese es solo un “criterio de entrada”. Tampoco es por los “contactos” (los últimos estudios demuestran que los billonarios son en su mayoría personas muy independientes que tomaron decisiones brillantes y por eso muchos los siguieron [FORBESB2010]). ¿Estás dispuesto a practicar lo que te gusta durante 10.000 horas?
Pienso que este artículo tiene mucha verdad, sin embargo podemos reducir estas horas, si es que se tiene a un buen mentor, y tal vez ya no sean tantas, tal vez de 10,000 puedan ser solo 8,000, o como bien ustedes saben el éxito es proporcional al esfuerzo, así que ya saben. Advertidos quedan.